Melissa Benoit de 33 años sufrió de una infección pulmonar grave y sus órganos comenzaron a fallar; de tal modo que la infección se había expandido a todo su cuerpo. Debido a que su estado ya era crítico sus médicos le propusieron una alternativa que al principio resultó alarmante, ya que le propusieron extraerle ambos pulmones, porque ahí era donde se alojaba la infección que perjudicaba a su cuerpo.
Luego de la extracción de sus pulmones ella viviría con un soporte vital hasta que llegara un donante. Los especialistas del Hospital General de Toronto desconocían si iban a lograr mantener la presión sanguínea y los niveles de oxígeno durante la operación, pero tanto Melissa como ellos corrieron el riesgo.
La cirugía duró 9 horas y ya que sus pulmones fueron extraídos, sus signos vitales se estabilizaron. Le conectaron un pulmón artificial y un aparato de oxigenación extracorpóreo hasta que 6 días después llegó el transplante que tanto había esperado y que le cambiaría la vida.
“Thank you all.” – Melissa Benoit pic.twitter.com/wYkOprB4dn
— UHN (@UHN_News) 25 de enero de 2017