Generalmente, por las prisas, en lo último que se piensa al abordar un vuelo es en la comida previa. Algunos nutricionistas hacen hincapié en la importancia de cuidar la dieta que se tendrá antes, durante y después del viaje.
Tener una alimentación balanceada mejora las horas pasadas en el transporte, haciendo del viaje algo más cómodo, además de que reduce los efectos del jet lag.
Lo que se consume antes de tomar el vuelo es de vital importancia como aquello que se ingiere durante el viaje, especialmente cuando se trata de vuelos de larga distancia.
La dieta ideal antes de tomar un vuelo:
Desayuno
Come: moras, sandía, naranjas, yogur natural, cereales integrales; se debe consumir una gran cantidad de vitaminas y fibras. Los antioxidantes ayudan a mantenerse hidratado durante el vuelo.
Además es necesario abastecerse de vitamina C para apoyar al sistema inmunológico.
El yogurt natural con cereales integrales, ya que mantendrá saciado el estómago durante más tiempo y, al mismo tiempo, conserva los niveles de azúcar equilibrados.
Evita: cualquier cosa que pueda contribuir a la indigestión y distensión abdominal como comida frita, sándwiches y alimentos que contengan tocino.
Comida
Come: proteínas magras como la pechuga de pollo sin piel o pescado, el pan integral y huevos. El salmón es gran fuente de proteína magra. Si se quiere comer un sándwich, se debe prestar atención al pan, el cual debe ser de masa fermentada o de centeno, ya que éste es rico en minerales y ayuda en la nivelación de los niveles de azúcar en la sangre.
Evita: papas fritas, frutos secos salados, ya que contienen altos niveles de sal, lo que ocasiona hinchazón en el estómago, así como deshidratación de la piel.
Cena
Evita: El pan blanco, arroz y pasta. También, los alimentos que son ricos en grasa y son procesados.
Come: alimentos ligeros que estén cocinados a la parrilla, al vapor o al horno. Las carnes magras o el pescado con verduras o ensalada son una gran opción.
A lo largo de tu viaje es de vital importancia que comas a menudo, pero se deben mantener pequeñas porciones.
Los alimentos ricos en proteínas pueden ayudar a minimizar los efectos de aquellos azucarados que se puedan presentar después de la comida.