¿QUÉ NOS MUEVE?
Por ALEJANDRO MUELAROMERO
@alexmuelaromero
México
En esta ocasión voy a cambiar un poco el tema de mi columna, debido a que esta semana tengo la oportunidad de estar como invitado en la plataforma Yo Soy Mexicano.
Una plataforma en donde todas las semanas, un mexicano distinto recomienda cosas que hacer, lugares qué visitar, comparte opiniones, ideas y puntos de vista sobre su día a día y sobre el momento que hoy vive nuestro país.
Y es por eso que decidí hoy, dedicar este espacio para hablar de México, no del México que todos conocen o del que todos opinan, si no del mío, de mi México. Los invito a acompañarme en este recorrido y a que me sigan esta semana en las diferentes redes de la plataforma en www.yosoymexicano.mx
Aunque no puedo presumir de conocer toda la república como me gustaría, sí tengo el privilegio de conocer gran parte del país, y es por eso que hoy quiero hablar de ese México que he visto y que me llena de orgullo.
De ese México que es Baja California con su calor y calidez, esa “Bufadora” que es una de las 9 que hay en el mundo, sus tacos de camarón capeado y su zona vinícola en el Valle de Guadalupe, de Sonora y Hermosillo cuyas mujeres hermosas hacen honor al nombre.
Ese México que es Chihuahua con su gente noble y leal, con el único tren de pasajeros en la república que ofrece una experiencia única, sus maravillosas barrancas y paisajes, de Sinaloa con su gente alegre y divertida, con esa bahía Mazatleca, cuna de grandes bandas y folklore, de Durango con sus historias místicas como la de monja de la Catedral y sus famosos alacranes, de Coahuila con esa gente unida y emprendedora que no he visto a tal grado en ningún otro lugar del país y esa maravilla que es Cuatro Ciénegas y sus vinos de Parras.
De Nuevo León con su avance y vanguardismo, con sus broncas y sus broncos, símbolo de unidad y empuje, de ese México que es Zacatecas y Guanajuato donde el tiempo parece haberse detenido para recordarnos y dar orgullo de las raíces del México colonial, San Luis Potosí con ese castillo enigmático de Xilitla.
Quiero hablar de ese México que es Jalisco con su mariachi y su tequila, sus valores arraigados y su fiesta mexicana eterna, de ese México de Puebla con su talavera, de Veracruz y su carnaval, Campeche con todo el potencial que ofrece su estratégica ubicación, sus paisajes vírgenes y su gente unida.
De Colima y su inigualable Costa Careyes, de Nayarit con sus playas y fauna, Michoacán con tradiciones y costumbres únicas, de Querétaro y su potencial vertiginoso, de Hidalgo con sus pastes y sus vientos.
De ese México que es Chiapas con su cañón y sus pueblos mágicos, de Guerrero que tiene los mejores paisajes a la orilla del mar, de Oaxaca, con ese festival extraordinario de la Guelaguetza y su basta gastronomía motivo de orgullo mundial.
De Morelos y su eterna primavera, de ese México que se vive en Yucatán y Quintana Roo donde se disfruta de una de las mejores playas del mundo, de paseo Montejo y con sus Playa del Carmen y la Isla Mujeres, y su admirada Pirámide de Chichén Itzá.
De la Ciudad de México, necesitaría una columna completa, por que conozco esta ciudad y conozco a su gente, desde el Cerro del Tepeyac coronado con la Basílica, hasta la Universidad Autónoma, y desde Cuatro Caminos hasta salir a Puebla, conozco su Centro Histórico, esos edificios que son verdaderos monumentos, su gente que llega por Pino Suárez, los apurados marchantes de Mesones, los personajes de la calle Madero, la gente descansando en la alameda.
De esa ciudad de todos cuantos recorren el Paseo de la Reforma caminando, en bicicletas, en el transporte público o en sus coches, conozco Santa María la Rivera y su Quiosco, la San Rafael y sus teatros, Zona Rosa y su tolerancia y diversidad, la Roma con su resurgimiento.
Condesa con su aire citadino de siempre, Polanco y su estilo aristocrático, Santa Fe y su modernidad, San Ángel y Coyoacán, plagados de historia y belleza.
México es para mí, el lugar en donde todo es posible.
Ya todos sabemos, aunque muchas veces no valoramos, cuantas maravillas tiene nuestro país; playas, bosques, selvas, desiertos, flora, fauna, ciudades coloniales, modernas, en desarrollo, una gastronomía única en el mundo, música, tequila, monumentos, el único castillo en todo el continente americano, pirámides, canales de agua, tradiciones, cultura, en fin qué les puedo decir, lo tiene todo.
Pero lo más importante, que yo considero, que tiene México es su gente, los mexicanos tenemos algo muy especial que nos distingue de la demás gente del mundo, que nos hace únicos y que nos hace diferentes.
México tiene en su gente, algo que no se si pueda explicar como quisiera pero voy a tratar, los mexicanos tenemos el corazón a flor de piel, tenemos sangre guerrera pero alma de paz, nos gusta conciliar, apoyar, unirnos, luchar y salir adelante.
La mejor frase que he escuchado en mi vida, tenia que haber sido dicha por un mexicano, no podría ser de otra manera, “Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno, es la paz.”
Los mexicanos somos como una gran familia, nos peleamos a veces unos con otros, pero aunque hay quienes dicen que no deberíamos olvidar, el corazón de los mexicanos es tan grande que no sabe de rencores y si de segundas oportunidades, de confiar, nos apoyamos en momentos duros, nos acompañamos y compadecemos unos de otros.
Hay una cosa que me encanta cuando camino por las calles de México, la gente parece siempre indiferente, pero basta con que le sonrías a alguien, le hagas un comentario amable o divertido para que se rompa inmediatamente el formalismo y de pronto entablas una conversación de horas.
Los mexicanos somos alegres, divertidos, inteligentes, creativos, innovadores y muy trabajadores, el ingenio mexicano no se compara con ningún otro.
Si yo pudiera contarles la cantidad de historias que se de mexicanos que han deslumbrado al mundo con sus propuestas, inventos, tecnologías, o con una simple ocurrencia en momento clave, no tendría espacio suficiente para enumerarlas.
Este día, de una manera muy humilde y con todo mi respeto, me atrevo invitarlos a tomar conciencia y reflexionar en nuestras actitudes como mexicanos, a pensar como miembros de esta gran familia.
Los invito a sentir ese amor por este gran país en el que nos toco el gran privilegio de nacer, y a estar a la altura, México no solo tiene maravillas históricas, México tiene una maravilla en cada uno de sus mexicanos, y tenemos que dar siempre lo mejor de nosotros para seguir avanzando juntos, positivos y propositivos.
México no necesita ningún cambio radical, a mi parecer nuestro país es hermoso, lleno de riquezas, de oportunidades y de maravillas, con personas extraordinarias, con sus defectos como todos los países pero con una gran capacidad de superarlos por el espíritu de su gente.
Si todos ponemos nuestro granito día a día, lo que México necesita, creo yo, es que todos seamos conscientes de lo que tenemos en este país, nos sintamos orgullosos y salgamos siempre a dar lo mejor de nosotros, como dignos habitantes de esta nación que nos da tanto, hay que sentir la obligación de regresarle un poquito.
Sigamos siendo parte de esta nación extraordinaria, con pequeñas acciones podemos ser más prósperos, más positivos, más alegres y viviendo en ese presente de esfuerzos y dedicaciones lograremos llegar a un futuro mucho mas prometedor, con la satisfacción de haber contribuido.
¡Mucho éxito!