La abuela de Eric Hertlein, un joven de Kansas, Estados Unidos, adopta a gatos sin hogar y les proporciona una cama en su cochera, además de darles comida, sin embargo, uno de los animales que ella pensó que era un gato, en realidad resultó ser una zarigüeya.
En los últimos meses, la mujer ha estado cuidando al animal que resultó no ser un gato, y ni siquiera se había dado cuenta. Cuando su nieto Eric fue a visitarla, el joven se dio cuenta de que ese animal era diferente al resto de felinos. En una cama, acurrucada, se encontraba una zarigüeya. Eric, ante la sorpresa, fue a contárselo todo a su abuela bastante alarmado.
A ella, según Eric, no le importó que este animal fuese un impostor: “Simplemente se sentó, se acercó y me miró con una gran sonrisa y me dijo que la zarigüeya no le había molestado y que le parecía bien que estuviera ahí”.