Pay de Limón es un caso más de los llamados “perros de prueba” que utilizan los grupos de narcotraficantes que operan en diferentes puntos del país.
Estos animales son utilizados principalmente para que los miembros de estos cárteles “practiquen” las atrocidades que después, ejecutarán con las personas que secuestran.
En el caso de Pay de Limón, fue privado de su libertad por el cártel de “Los Zetas“, quienes lo torturaron como si fuera un humano, e incluso le cortaron varios de dos de las patas, como si se tratara de una víctima de un secuestro.
Como consecuencia de estos actos, el can perdió movilidad en ambas patas delanteras y ya no podía caminar ni correr, hasta que en su vida apareció la organización Milagros Caninos.
Hace exactamente 5 años, en septiembre del 2011, el animal llegó a las instalaciones de Milagros Caninos, quienes lo rescataron e hicieron todo lo posible porque “Pay” volviera a caminar. A cuatro meses de haber llegado a la organización, adquirió sus primeras prótesis que le permitieron volver a caminar.
Sin embargo, estos aparatos no eran suficientes para el perro pues su movilidad seguía siendo muy limitada, y ya comenzaban a lastimar sus extremidades. Afortunadamente, en julio pasado, el perrito pudo viajar a Washington, Estados Unidos, donde recibió unas nuevas prótesis especiales para él, son más ligeras y le dieron la oportunidad de no sólo volver a caminar cómodamente, sino hasta de correr.
Pay de Limón es sólo un perrito más de los miles que Milagros Caninos ha salvado desde su creación, hace 10 años. Esta organización fue creada por Patricia Ruiz, y es el primer santuario para perros en situaciones extremas en América Latina.
“Aquí hemos recibido perros con cáncer, ciegos, sordos, sin patas, quemados, torturados, paralíticos, violados, drogados, macheteados, mutilados, sin ojos, etc, todo de lo que es capaz el ser humano“, declaró Ruiz en entrevista con Noticieros Televisa.
Hoy en día, 238 animalitos viven en este albergue que día a día lucha porque estos perros recuperen la confianza en la gente, y que los seres humanos entiendan un poco más a los perros y sus nobles sentimientos.