Mike Hughes, un conductor de limusinas y científico de cohetes autodidacta de 61 años, fabricó durante los últimos años un cohete propulsado a vapor con piezas de repuesto en su garaje, con el que pretende demostrar que la Tierra es plana.
Hughes afirma que no cree en la ciencia, además que “conozco la aerodinámica y la dinámica de fluidos y cómo las cosas se mueven por el aire, aproximadamente el tamaño de las boquillas de los cohetes y el empuje, pero eso no es ciencia, es solo una fórmula. No hay diferencia entre ciencia y ciencia ficción”.
Esta es la segunda vez que Hughes construye y lanza un cohete. La primera vez fue el 30 de enero de 2014 y viajó 418 antes de derrumbarse.