Un hombre compró una sala por tan solo 8 pesos.
Resultó que en el precio que mostraban al público, no colocaron un cero de más en la cifra en exhibición, por lo que el cliente presentó su queja en la Profeco y la dependencia obligó al establecimiento a hacer válido el precio.
Por lo que este feliz cliente se llevó la mejor oferta en el Buen Fin de 2015.