Luego de que Jennifer compartiera la noticia de que se casaría con su novia, su familia decidió no asistir a la boda y cortó todo contacto con ella. Sin embargo, esto no le impidió a la empleada de HSBC en Taiwán casarse con Sam, su novia con la que llevaba 11 años de relación.
Luego del rechazo que su familia le mostró, Jennifer tenía miedo de compartir la noticia en su trabajo, sin embargo, la reacción de sus compañeros y jefe fue mucho más amable de lo que jamás pensó.
No solamente le mostraron su apoyo, John Li, ejecutivo de la empresa, se ofreció a conducirla hasta el altar debido a la ausencia de su propio padre.
Jennifer y Sam, llevan más de una década. Sin embargo no ha sido fácil mantener su relación homosexual en una sociedad conservadora. Y aunque el matrimonio no se reconoce aún en Taiwán y no pueden registrar legalmente su unión, decidieron realizar una ceremonia simbólica.
“Lloramos porque nunca pensamos que llegaríamos tan lejos,” dice Jennifer en un vídeo producido por HSBC. Entre lágrimas, las novias festejan su amor triunfante contra la adversidad.
https://www.youtube.com/watch?v=CR88AF3yN_M
Con información de Bored Panda