Investigadores de Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), crearon un anticonceptivo hecho con veneno de serpiente, coralillo y cobra.
Hasta que lograron el descubrimiento de que existen toxinas en los venenos de estos animales que bloquean directamente los canales iónicos de los espermatozoides.
Sin embargo, aunque el objetivo es que basados en este descubrimiento se obtenga el primer anticonceptivo natural masculino que no sea hormonal y que pueda ser reversible, el proceso debe seguir al menos otros 10 años más en pruebas.