Los zoológicos chinos demuestran que son un símbolo de maltrato animal con sus acciones diarias. Esta ocasión un parque de la ciudad Yancheng arrojó a un burro a un estanque para alimentar a tigres.
Las fieras, hambrientas por la falta de alimentación, se lanzaron sobre el animal y lo mataron en segundos. El hecho quedó grabado por uno de los visitantes y en minutos se volvió viral.
Por su parte, el Yancheng Safari Park emitió un comunicado responsabilizando por el incidente a un grupo de accionistas del parque “en un ataque de furia” y pidieron disculpas a los visitantes.
El parque se encuentra en una disputa judicial con otra compañía y sus cuentas fueron congeladas, por lo que tiene severas restricciones para comprar y vender animales, alimentarlos y distribuir ganancias a sus accionistas.